Apocalipsis zombi: ¿Hay motivos para preocuparse?
Aunque parezca sorprendente, hay personas cuya preocupación mayor es la posibilidad de que exista un apocalipsis zombi. Sin embargo, ¿hay opciones reales de que pueda ocurrir un evento como este? Veamos qué opina la ciencia.
Por algún motivo, el ser humano está fascinado por el zombi. Los muertos vivientes se han puesto de moda cómics, novelas y series como Guerra Mundial Z o The Walking Dead así lo pone de manifiesto.
La idea del muerto viviente proviene de las tradiciones caribeñas y africanas. En creencias como el vudú se consideran a los nzambi como ‘espíritus de personas muertas’. Sin embargo, esta concepción dista mucho de la que tenemos hoy del zombi. Se puede observar cómo películas de los años 30 y 40 como White Zombi o Yo anduve con un zombi no tienen nada que ver con el concepto inventado por George A. Romero con La noche de los muertos vivientes, que dio el pistoletazo de salida al fenómeno en 1968.
Qué dice la ciencia sobre el apocalipsis zombi
Sin embargo, estos seres lentos pero incansables son una paradoja física. Es decir, un muerto viviente que se mueve como si estuviera vivo buscando carne fresca y cerebros simplemente no puede existir científicamente.
La comprensión humana de la vida hace imposible que un zombi pudiera ser real. Estos seres de carne podrida no podrían aguantar el clima terrestre, ya que la humedad y el calor acelerarían la descomposición de sus cuerpos putrefactos. Es más, proliferarían las bacterias e insectos que descomponen la carne corrupta, por lo que no aguantarían sobre este planeta más de unas semanas.
Y, fuera del calor, también el frío acabaría con ellos. El invierno debilitaría mucho sus huesos, por lo que cualquier golpe haría que el esqueleto colapsara totalmente, e incluso podrían caer por su propio peso.
Por no hablar de los rayos ultravioleta. Y también tenemos los vientos huracanados, el granizo, la lluvia… Es decir, cualquiera de estos fenómenos meteorológicos acabaría con los endebles cuerpos muertos de miles y miles de muertos vivientes.
Y todo ello por no recordar la imposibilidad de que un músculo muerto pueda mover un cuerpo al completo. Es decir, el movimiento humano es un complejo sistema esquelético y muscular que incluye tendones y elementos complicados. ¿De verdad un fallecido podría hacer todo esto? Máxime, cuando no tienen cerebro, por lo que su sistema nervioso central es inexistente, así que no podrá controlar la actividad enviando señales eléctricas.
Pero bueno, más allá de la ciencia, que es un poco ‘corta rollos’, podemos seguir disfrutando de los zombis, ya que la fantasía sí que no tiene límites.
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